domingo, 1 de julio de 2012

¿Qué son los trastornos alimenticios y cómo detectarlos?


Introducción

La anorexia y la bulimia afectan a millones de personas en todo el mundo. Pueden causar desnutrición, afecciones cardiacas e incluso la muerte.  El entorno cultural y familiar marca su aparición y los orígenes de los trastornos alimenticios; son, por lo tanto, multicausales.
Su expansión social los ubica como un problema de salud pública que requiere ser estudiado y atendido de manera específica con urgencia cada vez mayor. La población más vulnerable son las mujeres adolescentes. Los trastornos alimenticios pueden constituir una vía de desnutrición cualitativamente diferente a la tradicional, está relacionada con la pobreza y la extrema pobreza.



Qué son los trastornos alimenticios


U
n trastorno hace referencia a un conjunto de síntomas, conductas de riesgo y signos que puede presentarse en diferentes entidades clínicas y con distintos niveles de severidad; no se refiere a un síntoma aislado ni a una entidad específica claramente establecida.
Los trastornos alimenticios se presentan cuando una persona no recibe la ingesta calórica que su cuerpo requiere para funcionar de acuerdo con su edad, estatura, ritmo de vida, etcétera.
Los principales trastornos alimenticios son la anorexia, la bulimia y la compulsión para comer.
La anorexia se caracteriza por una gran reducción de la ingesta de alimentos indicada para el individuo en relación con su edad, estatura y necesidades vitales. Esta disminución no responde a una falta de apetito, sino a una resistencia a comer, motivada por la preocupación excesiva por no subir de peso o por reducirlo.
En la bulimia el consumo de alimento se hace en forma de atracón, durante el cual se ingiere una gran cantidad de alimento con la sensación de pérdida de control. Son episodios de voracidad que van seguidos de un fuerte sentimiento de culpa, por lo que se recurre a medidas compensatorias inadecuadas como la autoinducción del vómito, el consumo abusivo de laxantes, diuréticos o enemas, el ejercicio excesivo y el ayuno prolongado.


Causas
Los trastornos alimenticos tienen una variedad de causas por las que se padecen, llevando a la persona a una destrucción física y emocional.
Factores Psicológicos que pueden Contribuir a los Trastornos de la Conducta Alimentaria:
v  Baja autoestima
v  Sentimientos de insuficiencia o falta de control de su vida
v  Depresión, ansiedad, enojo y soledad
Factores Interpersonales que pueden Contribuir a los Trastornos de la Conducta Alimentaria:
v  Relaciones personales y familiares problemáticas
v  Dificultad para expresar sentimientos y emociones
v  Historia de haber sido molestado o ridiculizado basado en su talla o peso
v  Historia de abuso físico o sexual
Factores Sociales que pueden Contribuir a los Trastornos de la Conducta Alimentaria:
v  Presiones culturales que glorifican la “delgadez” y le dan un valor a obtener un “cuerpo perfecto”
v  Definiciones muy concretas de belleza que incluyen solamente mujeres y hombres con ciertos pesos y figuras
v  Normas culturales que valorizan a la gente en base a su apariencia física y no a sus cualidades y virtudes internas
Factores Biológicos que pueden Contribuir a los Trastornos de la Conducta Alimentaria:
v  Los científicos todavía se encuentran investigando por posibles causas bioquímicas o biológicas de los trastornos de la conducta alimentaria. En algunos individuos con trastornos alimentarios, se ha encontrado que ciertas substancias químicas del cerebro (llamadas neurotrasmisores) que controlan el hambre, el apetito y la digestión se encuentran desbalanceados. El significado exacto y las implicaciones de estos desbalances aún se encuentran en investigación.
v  Los trastornos de la conducta alimentaria usualmente se presentan en familias. Los estudios actuales nos indican que la genética tiene contribuciones significativas en los trastornos alimentarios.


Detección


Señales físicas
Señales psico-sociales

Algunos indicios de los trastornos alimenticios son detectables a simple vista. En el caso de la anorexia, el primero y el más visible es la continua y prolongada reducción de peso, que puede conducir a la delgadez extrema y a la desnutrición; ésta se refleja en la piel reseca y con color grisáceo o amarillento, las uñas quebradizas, el debilitamiento o la caída del cabello, la intolerancia al frío y la persistencia de bajas temperaturas en pies y manos, que adquieren un color morado.

La bulimia es más difícil de detectar porque los atracones y las compensaciones se hacen en secreto y no derivan necesariamente en una continua pérdida de peso. En el caso de quienes vomitan es necesario buscar signos físicos acompañantes como lesiones o pérdida del esmalte dentario, escoriaciones en las articulaciones interfalángicas de aquellos dedos utilizados para provocar el vómito.


Las personas con trastornos alimenticios se aíslan socialmente, se vuelven irritables, se sienten culpables o están malhumoradas. La ansiedad, la impulsividad y la inestabilidad emocional son rasgos predominantes en quienes padecen bulimia.

A veces estas sensaciones se exacerban cerca de las horas de comida. La permanente preocupación por el peso y la delgadez de quienes sufren estos padecimientos, por un lado, se extiende al entorno social, de tal modo que critican incisivamente la gordura y, por otro, preguntan constantemente a los demás cómo se ven y se comparan insistentemente con otras personas.

Como la percepción de sí mismos es distorsionada, recurren a los otros en busca de aseguramiento y corroboración. Las personas con trastorno alimentario no pueden experimentarse a sí mismas como individuos unificados o autocontrolados, capaces de dirigir su vida. Cuando la anorexia se desarrolla, sienten que la enfermedad está causada por una fuerza misteriosa que las invade





Riesgos

Los efectos de los trastornos alimenticios en la salud son diversos grados de desnutrición y desequilibrios fisiológicos que producen diferentes complicaciones.
Los problemas cardiacos van desde las arritmias, debido al abuso de medidas evacuativas, hasta la disminución del tamaño de las cavidades del corazón, disfunciones de las válvulas cardiacas, baja presión arterial y mala circulación. Hay un alto índice de mortalidad, que va en aumento, debido a problemas cardiacos como consecuencia de trastornos alimenticios. Por ello se recomiendan mediciones y exámenes específicos.
La inducción del vómito en la bulimia puede provocar agrandamiento de las glándulas salivales, alcalosis metabólica, pancreatitis, hematemesis, esofagitis, hemorragia digestiva e hipopotasemia, las cuales pueden causar un ataque cardiaco. El abuso de conductas purgativas puede provocar desequilibrios hidroelectrolíticos de gravedad.


Conclusión

Los trastornos alimenticios son causados por diversos tipos de situaciones como emocionales y sociales, ya que la mayoría de las personas que lo padecen en especial las mujeres adolescentes no se sienten a gusto con lo que son físicamente y entran en una obsesión por verse muy delgadas y no ser protagonistas de bullyng escolar por su físico pero esto las lleva a una destrucción física y emocional. La ayuda profesional es recomendada en el tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria.

Referencias Bibliográficas
Conde, S. L., Klein I., Chávez, M. C. y Landeros, L. G., SEP.  (2011). Programas de estudio 2011 Guía para el maestro. Educación básica secundaria. Formación Cívica y Ética. Ed. Electrónica, consultado el día 20 de junio de 2012 en: http://basica.sep.gob.mx/dgdc/sitio/pdf/inicio/matlinea/2011/FCyE_SEC.pdf
Centro Nacional para la salud y de la infancia y la adolescencia (CeNSIA). Trastornos alimentarios. Consultado el 24 de junio de 2012 en:  http://www.censia.salud.gob.mx/contenidos/adolescencia/transalim.html
Guerrero, V. Relaciones peligrosas con la comida. Revista electrónica ¿Cómo vez?. Consultada el 24 de junio de 2012 en: http://www.comoves.unam.mx/assets/pdfs/148/trastornos_alimenticios_148.pdf. p. 10-15


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